Rutas PDET

Experiencias, memorias e historias

El Programa Rutas PDET está transformando las regiones de Putumayo, Caquetá y Tumaco, apostando por fortalecer las cadenas de valor del cacao y los lácteos a través de un enfoque integral, diferencial y territorial. Este programa no solo busca mejorar las vías que conectan a los productores con los mercados, sino también consolidar estas cadenas productivas, impulsar la innovación tecnológica, el desarrollo empresarial y fomentar alianzas estratégicas que generen oportunidades para las comunidades rurales. Con acciones orientadas a garantizar la sostenibilidad y el bienestar de los pequeños productores, Rutas PDET está promoviendo un crecimiento económico inclusivo que impacta directamente en la calidad de vida de las familias campesinas.

¡Descubre en esta serie de videos cómo se están construyendo nuevas oportunidades para el campo y cómo el cacao y los lácteos se están convirtiendo en motores de desarrollo para estas regiones!


Intervención integral

Esta apuesta articuladora con todos los socios estratégicos del programa tiene como propósito consolidar las cadenas cacaoteras y lácteas, en los departamentos de Putumayo, Caquetá y Nariño.

La Ruta del Chocolate es una finca agroturística en Orito, Putumayo, que ha sido transformada en un modelo de ecoturismo gracias al apoyo del programa Rutas PDET del Fondo Europeo para la Paz. Rutas PDET no solo mejoró la infraestructura vial en el municipio de Orito, sino que también fortaleció comercial y administrativamente la finca, e implementó prácticas agrícolas sostenibles.

Componente de comercialización

Busca fortalecer las capacidades de pequeños y medianos productores en áreas clave como liderazgo, comunicación y negociación. Su objetivo principal es eliminar las barreras que dificultan el posicionamiento de los negocios en el mercado.

Gladis Castro, beneficiaria del Programa Rutas PDET y miembro de la asociación Musu Pakarii, comparte con orgullo que disfrutar y compartir una taza de chocolate cultivado por sus propias manos es una experiencia invaluable. Para Gladis, este logro va más allá del placer de un producto final: representa el esfuerzo colectivo, la preservación de las tradiciones locales y el fortalecimiento de la economía familiar. Gracias al apoyo del Programa Rutas PDET, ella y su comunidad han logrado impulsar la producción cacaotera, mejorando sus condiciones de vida y contribuyendo al desarrollo sostenible de la región.

Asopromajasha, una asociación cacaotera ubicada en el Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, está integrada por 15 familias beneficiarias del Programa Rutas PDET. Para sus miembros, el cultivo de cacao no solo representa una fuente de ingresos, sino también un motor de cambio social. Describen al cacao como un cultivo de paz ya que, al ser lícito y sostenible, fortalece los lazos familiares y comunitarios mientras ofrece una alternativa económica rentable. Con el apoyo de Rutas PDET, han mejorado sus técnicas de producción, lo que les permite soñar con un futuro más próspero y estable para las generaciones venideras.

Asprocat, una organización cacaotera beneficiaria del Programa Rutas PDET, vivió momentos de gran incertidumbre durante la pandemia en 2020. Las restricciones afectaron gravemente su producción y economía local. Sin embargo, con el apoyo del Programa Rutas PDET, no solo lograron superar las dificultades, sino que también fortalecieron sus cultivos de cacao y mejoraron significativamente la gestión administrativa de la asociación. Hoy, Asprocat es un ejemplo de resiliencia y crecimiento, destacándose por su capacidad para adaptarse a los desafíos y consolidarse como una organización más fuerte y sostenible para el futuro.

La Asociación Asmusca (Asociación de Mujeres Canasteando del Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera), beneficiaria del Programa Rutas PDET, ha logrado un impacto significativo en la vida de 106 mujeres cabeza de hogar. Esta asociación no solo brinda oportunidades económicas a sus miembros, sino que también fortalece su autonomía y liderazgo dentro de la comunidad. Gracias al apoyo del Programa Rutas PDET, Asmusca ha desarrollado proyectos que mejoran las condiciones de vida de las mujeres, promoviendo la inclusión social y fomentando el empoderamiento femenino a través del trabajo colectivo y la producción local.

La Asociación Agrollorente está conformada por un grupo de mujeres que han encontrado en el cultivo de cacao una oportunidad para transformar sus vidas y las de sus familias. En este audiovisual, cada una de ellas comparte su experiencia personal, destacando los retos y logros alcanzados gracias al trabajo conjunto. Invitan a más mujeres a sumarse a esta labor, mostrando cómo el cacao no solo es una fuente de ingresos, sino también un generador de unión familiar y comunitaria. Gracias al apoyo del Programa Rutas PDET, han recibido capacitaciones en técnicas de cultivo y comercialización, lo que les ha permitido optimizar sus procesos y mejorar la calidad de sus productos.

Infraestructura vial

El componente de infraestructura vial se centra en desarrollar una infraestructura adecuada para la producción de cacao y productos lácteos, con una intervención integral que fortalece las cadenas productivas de ambas industrias.

En el departamento del Putumayo, 101 mujeres fueron capacitadas por el SENA en la construcción de pavimento en concreto rígido para vías, demostrando su talento y determinación en cada obra de infraestructura. Una de las obras destacadas se realizó en la vereda Monte Bello, donde estas mujeres mejoraron significativamente la infraestructura vial del territorio, marcando un antes y un después en su comunidad.

Un grupo de 32 mujeres valientes ha transformado su comunidad al liderar la construcción del puente sobre la quebrada Pusbi, conectando veredas y mejorando la vida de todos. Gracias al apoyo del Programa Rutas PDET y el Fondo Europeo para la Paz, este puente no solo facilita el transporte del cacao y la seguridad de los niños al ir a la escuela, sino que es un símbolo de esperanza, progreso y resiliencia.

El Programa Rutas PDET, mediante Ayudas Financieras a Terceros, ha brindado a las Juntas de Acción Comunal la oportunidad de participar en el mejoramiento vial en Putumayo. En la vereda La Rupasca, las mujeres fueron protagonistas de estos trabajos de mejoramiento vial gracias a Rutas PDET.

Esta infraestructura permitirá mejorar el tránsito de la vía, facilitando el acceso a mercados, centros educativos y servicios básicos para las comunidades de la zona. La construcción de la placa huella se llevó a cabo con la participación activa de la comunidad del Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera. Se realizó un proceso de socialización del proyecto, se conformó y capacitó un comité de veeduría para el seguimiento de la obra, y se contrató mano de obra no calificada del grupo de mujeres capacitadas para la ejecución de las actividades de construcción.

Ofelia Carolina Morán, junto con otras mujeres beneficiarias del Programa Rutas PDET, participa activamente en la construcción y mejora de la infraestructura vial en Villagarzón, Putumayo. Como madre cabeza de hogar con dos hijos, el programa no solo le ha permitido adquirir nuevas habilidades y acceder a empleo, sino que también ha sido clave para su empoderamiento como mujer, brindándole la oportunidad de transformar su vida y la de su comunidad.

Las mujeres jugaron un papel protagónico en el mejoramiento vial de la vereda El Bombón en Putumayo, un territorio donde, antes de la llegada del Programa Rutas PDET, resultaba casi imposible transportar productos agrícolas como el cacao debido a las precarias condiciones de las vías. Gracias a su participación activa en las obras de infraestructura, hoy la comunidad cuenta con carreteras en mejores condiciones, lo que ha facilitado no solo el acceso a mercados para sus productos, sino también el fortalecimiento de su economía local.

El Programa Rutas PDET, a través de su esquema de Ayudas Financieras a Terceros (AFT), ha permitido que las Juntas de Acción Comunal en Putumayo participen activamente en proyectos de mejoramiento vial. En la vereda La Rupasca, las mujeres se destacaron como protagonistas de estas obras, asumiendo roles clave en la rehabilitación de caminos rurales que antes eran intransitables. Gracias a su liderazgo y compromiso, hoy la comunidad cuenta con vías que facilitan el transporte de productos agrícolas, mejorando la conectividad y la calidad de vida de sus habitantes.

Innovación tecnológica

Se enfoca en la implementación de paquetes tecnológicos para promover la producción ganadera sostenible, adaptados a las condiciones agroclimáticas y agroecológicas de cada región.

Se ha impulsado el empoderamiento de las mujeres en Tumaco al integrarlas plenamente en los cultivos de cacao, brindándoles capacitación en sistemas agroforestales y permitiéndoles contribuir de manera significativa desde su rol. Cultivar cacao en esta región va mucho más allá de una simple técnica agrícola; es un acto de liderazgo comunitario, empoderamiento femenino y transformación cultural.

El programa Rutas PDET del Fondo Europeo para la Paz ha logrado fortalecer el vivero de la Cooperativa COMUCCOM, conformada por firmantes del Acuerdo de Paz en Puerto Guzmán en el Putumayo. Este vivero ha alcanzado una producción de 60 mil plantas forestales, lo que representa un avance significativo en la reforestación productiva y la sostenibilidad ambiental de la región.

Gracias al Programa Rutas PDET del Fondo Europeo para la Paz, el Consejo Comunitario Bajo Mira en Tumaco logró la construcción de un vivero comunitario, el cual ha beneficiado a cerca de 200 familias locales. Este proyecto no solo fortalece la economía familiar a través de la producción de plantas y cultivos, sino que también promueve la sostenibilidad ambiental en la región.

El Programa Rutas PDET ha llevado a cabo la entrega planificada de 60.000 plántulas de cacao a productores de los municipios de Puerto Guzmán, Orito, Mocoa y Villagarzón. Esta iniciativa no solo busca mejorar la capacidad productiva de las comunidades locales, sino también fomentar el desarrollo económico sostenible, promoviendo el acceso a mercados nacionales e internacionales, y contribuyendo a la conservación del medio ambiente mediante prácticas agrícolas responsables.

José Mauricio Guerra, coordinador del vivero AGROPAL y beneficiario del Programa Rutas PDET, ha visto un gran impacto gracias a este programa. El vivero, que fue constituido hace seis años, ha recibido apoyo de Rutas PDET, lo que les ha permitido ayudar a las familias del territorio mediante la entrega de material vegetal en diversas zonas. Además, el programa ha brindado valiosos aprendizajes sobre el manejo y operación del vivero.

En la Finca El Bufeo, Alexander y Dorali han comenzado a implementar prácticas de agricultura orgánica gracias al apoyo del componente de Innovación Tecnológica del Programa Rutas PDET. Su sueño es transformar la finca en una empresa sostenible que les permita prosperar y asegurar un futuro prometedor para su hija. A través de la adopción de técnicas agroecológicas, no solo han mejorado la calidad de sus cultivos, sino que también están contribuyendo al cuidado del medio ambiente.

Jhency Pesillo Agreda, Gestora Administrativa de la asociación cacaotera Asoprocavip y beneficiaria del Programa Rutas PDET, ha transformado su vida y la de su comunidad a través de las capacitaciones en buenas prácticas agrícolas ofrecidas por el programa. Estas formaciones han sido esenciales no solo para mejorar la calidad y productividad de los cultivos de cacao de la asociación, sino también para impulsar a jóvenes como Jhency a convertirse en líderes y emprendedores.

Carmen Zuin, beneficiaria del Programa Rutas PDET, nos comparte con orgullo su profundo sentido de pertenencia por su tierra y por su labor como cacaocultora. Para Carmen, el cultivo de cacao no solo ha sido una fuente de sustento, sino una herramienta clave para sacar adelante a su familia, brindándoles estabilidad y nuevas oportunidades. Gracias al acompañamiento del Programa Rutas PDET, ha podido mejorar las técnicas de cultivo, lo que ha resultado en cosechas más productivas y sostenibles.

Gladis Gilma Rosero nos relata cómo el acompañamiento del programa ha sido un impulso decisivo para el desarrollo de su cultivo de cacao. Gracias a las capacitaciones en buenas prácticas agrícolas, ha logrado optimizar la calidad y productividad de sus plantaciones, incrementando los rendimientos y asegurando un manejo sostenible de los recursos. A través de esta experiencia, Gladis se ha convertido en un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre las comunidades y el Programa Rutas PDET puede transformar la vida de las mujeres rurales y potenciar el desarrollo local.