Una empresa que resurgió en medio de la guerra en Colombia hoy se erige como líder en la producción de queso artesanal en Caquetá, a través del apoyo del Programa Rutas PDET. Gracias a su enfoque innovador de negocios, La Maporita expande su presencia en las principales ciudades de Colombia.
A finales de la década del 1990, José Humberto Maya y Gladys Arias, una pareja del departamento de Caquetá tomaron la decisión de retomar un proyecto local que se había quedado inconcluso a causa del conflicto armado en el sur del país. Se trató del resurgimiento de La Maporita, una empresa dedicada a la producción de productos lácteos, que fue fundada años atrás por la familia Trujillo Arcila, quienes, en medio de la guerra, se vieron forzados a abandonar tanto el país como el proyecto que habían fundado.
El objetivo ahora es revitalizar y continuar el legado de esta empresa. “Es una herencia de responsabilidad y legalidad, que siempre caracterizaba a los Trujillo. Fue difícil, pero como premio a la perseverancia de Gladys, mi madre, en mayo de 2002, cinco años después de retomar el negocio, se reinauguraron las instalaciones de La Maporita, en el municipio de El Paujil, en lo que era entonces el patio de la casa familiar”, cuenta Luisa Fernanda Maya, hija de Gladys y Humberto, y gerente general de la empresa.
Hoy en día, La Maporita, ha crecido hasta el punto de ser reconocida a nivel nacional como una destacada productora de queso artesanal, y la calidad de sus productos se ha confirmado hasta el punto de ganar la medalla de plata, con 94 de 100 puntos, en la décima edición del Premio Nacional del Queso en 2023.
Esta empresa familiar es uno de los negocios apoyados por el Programa Rutas PDET del Fondo Europeo para la Paz, que integra los esfuerzos de la Red Nacional de Agencias de Desarrollo Local de Colombia (Red Adelco), Conexión-ICCO Cooperación, la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en colaboración con la Agencia de Renovación del Territorio del Gobierno Nacional.
El Programa Rutas PDET, que cuenta con un recorrido de varios años en el país, busca, entre otros objetivos, consolidar la cadena láctea en Caquetá, a través de estrategias que fortalecen las capacidades de productores de leche y empresas transformadoras de queso artesanal para apoyar los esfuerzos de la consolidación de una paz duradera en territorios afectados por el conflicto armado en Colombia.
Esta labor ha sido liderada por el Programa Rutas PDET a través de Conexión-ICCO Cooperación y, en este caso, en colaboración con Trulab (antes El Lab), una empresa cuyo objetivo es fortalecer los emprendimientos de comunidades vulnerables, demostrando que es posible afrontar los retos en estas zonas a través del desarrollo económico. En Colombia y Perú, Trulab reporta que durante el año pasado apoyó a más de 100 organizaciones de pequeños productores generando conexiones comerciales.
“Es fundamental impulsar empresas en los territorios que se han visto afectados por el conflicto armado. Para lograr esto se debe promover el desarrollo económico, ambiental y socia al tiempo, lo cual es fundamental para el progreso de las comunidades”, explica Juan Felipe Pardo, analista de fortalecimiento de Trulab.
Un desarrollo sostenible hacia nuevos mercados
En los últimos 15 años, La Maporita ha experimentado un crecimiento significativo en su producción de lácteos, generando un impacto notable a nivel local. En el contexto más amplio, la empresa contribuye de manera significativa a la economía de la quesería artesanal en Caquetá, región que produce aproximadamente 53,500 toneladas de queso picado salado al año, según datos proporcionados por el gremio local. No obstante, con el objetivo de ampliar su alcance y conquistar nuevos mercados, se reconoció la necesidad de desarrollar una estrategia que permitiera a la empresa innovar y establecer nuevas relaciones comerciales.
Con la implementación del programa de aceleración del Programa Rutas PDET, se emprendió un esfuerzo centrado en la mejora de las áreas operativas, financieras y comerciales de La Maporita. El objetivo principal fue fortalecer las capacidades emprendedoras de la empresa y facilitar la conexión con potenciales clientes interesados en sus productos. “Nuestros clientes buscan impacto social y ambiental, lo que demuestra su compromiso por un mejor futuro y sostenible. Por eso, hemos validado las necesidades del mercado e identificamos, en este caso, una oportunidad estratégica”, explica Pardo, experto del programa de aceleración de TruLab.
A través de estas estrategias, se logró cerrar una negociación con clientes en la modalidad negocio a negocio (B2B, por sus siglas en inglés) con del restaurante El Gringo en Cali (Valle del Cauca), quienes han sido los principales validadores en el desarrollo de los nuevos productos como el queso tipo Cheddar. Por su parte, con la empresa Pan Árabe se han facturado ventas por más de 26 millones de pesos en productos en fase de desarrollo, pero que han tenido una gran acogida por parte de los clientes.
Con su nuevo portafolio, La Maporita se encuentra en conversaciones con dos cadenas de supermercados, las cuales tienen presencia en varias ciudades del país. Además de esto, se desarrolló una estrategia de entregar muestras de quesos a ocho empresas de Cali, en un proceso en que se han recibido retroalimentaciones positivas.
“El proceso de incorporar nuevos productos creó nuevas oportunidades de mercado con clientes B2B y supermercados, así como reducir el riesgo de depender de una única línea de producción y de mercado. Hoy en nuestro portafolio ofrecemos quesillo, mozzarella, queso tipo americano, queso tipo cheddar, queso finas hierbas, queso amazónico, queso parrillero, queso fiesta, cuajada pasteurizada, queso picado salado”, explica Luisa Maya, copropietaria de La Maporita.
Los propietarios de las empresas atribuyen estos resultados positivos al respaldo brindado por el programa de aceleración del Programa Rutas PDET, pues les permitió fortalecer no solo sus capacidades individuales, sino también toda la cadena de valor. Por su parte, han logrado innovar en sus procesos internos a través de la incorporación de herramientas, métodos y conocimientos avanzados, lo que se traduce en una mayor productividad y la capacidad de ejercer un control efectivo sobre los procesos comerciales.
Uno de los principales logros fue la consolidación de líneas de comercialización y de producción que no dependieran de las temporadas de abundancia de leche en el departamento; lo que es clave para la estabilidad económica del negocio.
Todos estos procesos han venido de la mano con un compromiso social y ambiental de La Maporita, la cual realizó una alianza comercial con Agropecuaria Los Potrillos, con el objetivo de acompañar a sus proveedores de leche cruda desde sus ordeños “con el propósito de brindarles asistencia gratuita de un equipo de profesionales en medicina veterinaria y mayores beneficios al precio pagado por el litro de leche, con lo que buscamos avanzar en la transformación de una ganadería sostenible y sustentable”, indica Maya, gerente general de La Maporita.
Se trata de un proceso considerable, pues la empresa trabaja con 489 proveedores de leche de la zona, a los que les compran más de 24 mil litros de leche al día en 12 diferentes rutas recolectoras. Con estos lazos productivos, a la fecha, según información del Programa Rutas PDET, se ha logrado comercializar alrededor de 4750 kilogramos de quesillo en bloque por un valor de 95 millones.
Por su parte, la empresa firmó el ‘Pacto del Caquetá’ en alianza con el Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá y otras empresas lácteas de la región. El pacto es una propuesta del gremio de ganaderos del departamento para contener la deforestación y restaurar las áreas boscosas a través de procesos de reconciliación ganadera. Estos procesos buscan transformar la ganadería (de la que surge la producción de leche) en una actividad más sostenible, tanto económica como socialmente.
Uno de los elementos más recientes en los que se ha comprometido La Maporita fue la firma del Acuerdo Cero Deforestación de la Cadena Láctea, con el que se busca mitigar y contrarrestar las cifras deforestación y jugar un papel importante para estimular la transformación de las cadenas de proveedores, así como escalar de forma local la producción de leche libre de deforestación.
“Para esto se trazó un programa transversal de servicios y oportunidad para el desarrollo regional sostenible. Además, esto fue el inicio del proyecto de denominación de origen de queso del Caquetá y de una marca colectiva, que nos ha ayudado en términos de comercialización y de rentabilidad”, explica Maya.
Como indican expertos, y como hemos contado en este diario, las certificaciones de negocios verdes, las cuales además de tener un impacto inmediato en el territorio, da un mayor reconocimiento a las pequeñas y medianas empresas para poder entrar a mercados cada vez más direccionados hacia economías y productos sostenibles.
De esta manera, La Maporita no ha hecho únicamente un uso más eficiente de los recursos, sino que también se ha abierto a nuevos mercados con productos innovadores y una clara comprensión de las necesidades del mercado.
“En el corto plazo queremos incursionar la línea de quesos semimadurados, línea de quesos con leche de búfalo y en aras de fortalecer los procesos productivos lácteos, La Maporita para este 2024 busca la certificación en BPM de inocuidad del Invima. El 2024 será, sin duda, un año de grandes expectativas y retos”, concluye Maya, una de las propietarias de La Maporita.
