En Putumayo, se está llevando a cabo una poderosa estrategia con el objetivo de promover la igualdad y empoderamiento de las mujeres en la región. Con metas bien definidas y acciones concretas, el programa Rutas PDET se ha convertido en un factor clave para el progreso de las mujeres en diversos ámbitos, incluyendo su acceso a oportunidades laborales en el sector de infraestructura vial y el desarrollo económico.
El Programa Rutas PDET, financiado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea y ejecutado por la Red Nacional de Agencia de Desarrollo Local de Colombia – Red Adelco, Conexión ICCO Cooperación, la Alianza de Bioversity International y el CIAT, está implementando una estrategia de género en Putumayo. Esta estrategia tiene como objetivo principal promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres en la región, marcando un papel fundamental en el avance de las mujeres en diversos ámbitos, incluyendo el acceso igualitario a oportunidades laborales en el sector de infraestructura vial y el desarrollo productivo y económico.
Una de las metas es fortalecer la participación de las mujeres y capacitar su liderazgo en espacios públicos. Con este fin, se están desarrollando talleres con enfoque de género en 10 veredas y 2 cabildos de los municipios de Mocoa, Villagarzón, Orito y Puerto Guzmán en el departamento de Putumayo. Además, se busca aumentar la representación de las mujeres en cargos directivos de cada Junta de Acción Comunal, lo que permitirá una mayor participación y toma de decisiones en el ámbito comunitario y local. Paola Jiménez, asesora en equidad de género del Programa Rutas PDET, explica que «las mujeres tienen muchos saberes y conocimientos que no están siendo aprovechados debido a su falta de participación en los espacios comunitarios. Con este proyecto, queremos resaltar la importancia de realizar cambios dentro de las familias, juntas y asociaciones de productores para que las mujeres puedan participar plenamente».
Otro objetivo fundamental del programa es fortalecer la infraestructura vial asociada a la cadena de cacao en Putumayo, lo cual beneficia directamente a los productores y comunidades involucradas. Para lograrlo, es esencial asegurar el acceso igualitario de las mujeres a oportunidades laborales en este sector, eliminando las brechas de género en el ámbito laboral, brindando igualdad de condiciones, mejorando su autonomía y optimizando sus ingresos. Jennifer Tatiana Daza, de Mujeres de Obras de la vereda La Rupasca, destaca que esta oportunidad «ha sido un gran beneficio para las mujeres, ya que históricamente han sido los hombres quienes han trabajado en estos proyectos. Ahora, gracias a las capacitaciones, estamos seguras de que las mujeres también podremos participar activamente y hacer nuestro aporte».
Además de los talleres, se ha brindado apoyo a las Juntas de Acción Comunal (JAC) beneficiarias de las Ayudas Financieras a Terceros (AFT) en temas contables, financieros, organizacionales, gestión de proyectos y redes sociales. También se han elaborado planes de acción con enfoque de género, como un componente transversal para mejorar la capacidad de las JAC en organización y ejecución de proyectos de infraestructura vial. Paola Jiménez destaca la importancia de que sean las mismas comunidades las que gestionen estos proyectos y muestren su capacidad para llevar a cabo ejercicios incluyentes, dando empleo a las mujeres y demostrando el impacto positivo que esto genera en la comunidad.
Con esta estrategia en marcha, el programa Rutas PDET se convierte en un valioso aliado en la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el sector rural en Colombia. Al poner énfasis en la participación activa de las mujeres en diversos ámbitos y empoderarlas económicamente, se generan cambios positivos que repercuten en toda la sociedad.